El azar nos permite cambiar nuestro incierto destino. El temor que nos puede vencer sin mirar más allá. Yo creo que al final, nunca sé dónde voy, pero sigo un camino. Algo ocurrirá, tengo la sensación, una carta marcada, un buen signo del sol.
Cada fracaso supone un capítulo más en la historia de nuestra vida y una lección que nos ayuda a crecer. No te dejes desanimar por los fracasos. Aprende de ellos, y sigue adelante.